RECUERDOS DE LA HIJA DE UN HOMBRE QUE VIVIÓ LA GUERRA (Para que no se nos olvide)
Lo peor de la llegada al frente de Teruel fue el frío de aquella primera noche —me contaba mi padre—. De lo demás no éramos del todo conscientes —quizá éramos demasiado jóvenes para serlo—, pero el frío, que nos traspasaba los huesos y nos congelaba hasta el alma, sí que lo sentíamos. El caso es […]