PORTERO, Alana s., La mala costumbre, Seix Barral
Acabo de leer uno de los mejores tratados sobre la intolerancia que se han escrito. Alana S. Portero nos va conduciendo desde una infancia atormentada hasta una edad adulta sin que en ningún momento —solo al final una luz en la oscuridad— la protagonista de esta historia agónica encuentre un resquicio de paz. Y no la encuentra por la intolerancia reinante en una sociedad que no admite a las personas diferentes.
Al principio me daba la sensación de que Alana nos contaba la historia muy deprisa, como queriendo pasar página lo antes posible, como queriendo salir del lugar en el que la protagonista misma— por miedo y con razón de tenerlo— se había hundido. Sin embargo, se detiene en los detalles y en los detalles está el sentido de esta historia.
Un chico se siente chica, pero no puede decirlo, ni siquiera puede pensarlo, se tiene que esconder. Y sufrir. Y refugiarse en la sordidez del mundo marginal, el único lugar en el que encuentra la ternura y empatía suficientes para sobrevivir. Y, con todo, apenas sobrevive.
Tras leer «La mala costumbre» no te queda otra que pararte a pensar: ¿y si elimináramos los estereotipos y las construcciones sociales?
Ahí lo dejo.
@ElenaLaseca