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El pasado 22 de febrero de 2025, tuvimos el privilegio de participar en la tertulia «Mujer rural y literatura», un espacio de reflexión, memoria y sororidad organizado por la Asociación María de Zayas en colaboración con la Asociación Aragonesa de Escritoras y Escritores. Este encuentro formó parte del Encuentro comarcal de Asociaciones de Mujeres Bajo Gállego, con motivo del Día Internacional de la Mujer, y tuvo lugar en la carpa de Villanueva de Gállego.

Como narradora, tuve la fortuna de compartir mesa con la poeta Mar Blanco, ambas en representación de la Asociación Aragonesa de Escritoras y Escritores. También nos acompañaron Elisa Aldama y Leonor Bolsa, de la Asociación María de Zayas. Juntas, exploramos el legado de escritoras olvidadas y debatimos sobre los desafíos actuales que enfrentamos las mujeres en la literatura. En este espacio de diálogo y complicidad, la música de Carmen Santaliestra envolvió la sala, dando vida a algunos de los poemas compartidos y aportando una dimensión emocional única a la jornada.

Las mujeres del mundo rural escriben, resisten y construyen puentes de palabras que no pueden ser silenciadas. Cada testimonio, cada historia narrada, refuerza nuestra identidad y la necesidad de seguir tejiendo redes de apoyo y visibilidad. En estos espacios, nos unimos para ampliar horizontes violetas, fortaleciendo una comunidad que se niega a quedar relegada a la sombra.

 

Por mi parte leí parte de una conferencia de María Domínguez, la primera mujer que asumió las funciones de alcaldesa en la II República en su localidad, Gallur, de su libro «Opiniones de mujeres», y un fragmento de mi novela «La hija del italiano».

Agradecemos a quienes hacen posible estos encuentros, a quienes impulsan la literatura como herramienta de lucha y a todas las mujeres que, con su escritura y su arte, continúan construyendo un legado imborrable.

Sigamos alzando la voz, tejiendo red y escribiendo nuestra propia historia.

 

Fotografías: Javier Arnas

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