Hay días en los que la magia sucede, y el martes 22 de abril en Épila fue uno de ellos. En el bellísimo Espacio Tangram —que además se estrenaba como lugar de encuentro literario— vivimos una tarde de emociones, música y palabras en torno a mi novela Llámame pingüina. El acto se celebró en el marco de las Jornadas Culturales en honor al Día de San Jorge.
Desde la primera conversación con Sara Guerrero , concejala de Cultura, supe que iba a ser una presentación especial. Gracias, Sara, por tu calurosa acogida, por tu cuidada presentación y por el entusiasmo que contagiaste a todas las personas presentes. También quiero agradecer al alcalde, Jesús Bazán, por acompañarnos y apoyar con su presencia esta iniciativa cultural.
La velada estuvo impregnada de música gracias a Josemi Casanova, quien interpretó canciones que forman parte de la banda sonora sentimental de Llámame pingüina. Pudimos escuchar temas como Aunque tú no lo sepas, Like a Rolling Stone, o La chica de ayer, entre otros. Fue un verdadero regalo para todas y todos los asistentes.
La venta de los ejemplares corrió a cargo de Aimara Serrano, de D’Aryan, a quien agradezco su profesionalidad y cariño. Y, por supuesto, gracias al personal del Espacio Tangram, que hizo posible que todo fluyera de manera impecable.
Pero, sobre todo, mi gratitud infinita es para las lectoras y lectores de Épila. Vuestra masiva presencia, vuestro interés, vuestras preguntas y vuestra calidez me hicieron inmensamente feliz. No hay mayor regalo para una escritora que ver cómo su historia conecta, emociona y se hace un hueco en el corazón de quien la lee.
Desde la Concejalía de Cultura, Sara Guerrero nos transmitió su satisfacción por el éxito del evento, destacando la respuesta entusiasta del público y el ambiente tan especial que se creó.
Quiero también agradecer a Radio Épila la entrevista que me realizó el día anterior y que, sin duda,
contribuyó al éxito de la presentación. Escúchala en el botón Espacio de Entrevistas.
Estoy convencida de que este encuentro es solo el comienzo de algo muy bonito en Épila. Ojalá el Espacio Tangram siga acogiendo muchas más explosiones literarias como la que vivimos.
¡Gracias, Épila, por un día inolvidable!


