Sin duda, uno de los momentos esperados en las letras aragonesas es la celebración de la Feria del Libro Aragonés de Monzón. Este año celebró su vigesimo octava edición, del 6 al 8 de diciembre.
Una feria en cuya organización los anfitriones ponen especial cuidado para que las editoriales y los escritores nos sintamos acogidos. Gracias por ello.
Monzón se convierte en el mejor lugar en el que respirar cultura con la Feria del Libro Aragonés. En esta edición, en los actos previos de la feria, el día 4 de diciembre se hizo un homenaje al escritor Ángel Guinda y el 5 el festival recibió a Luz Gabás, Premio Planeta 2022.
En cada edición se intenta compaginar lo tradicional -que ha hecho que esta feria sea única en el panorama nacional- con novedades: esta edición apostó por visibilizar el cómic con un entramado de actividades para público de todas las edades.
Sin embargo, en el aspecto negativo debemos señalar la mala ubicación del stand de la Asociación Aragonesa de Escritores a la que prestaron su apoyo con su presencia, y la de sus libros, una gran parte de sus asociados. De espaldas a las zonas de acceso y paso dificultaban que los asistentes visibilizaran la obra de nuestros escritores.
No me cabe duda de que el próximo año se solucionará esta situación.