Por amor al deporte
Lo llamaban polideportivo, coloquialmente «el poli», pero, en realidad, era un sótano plagado de columnas, maloliente y con suelo adoquinado. Las clases de educación física consistían en una sucesión de ejercicios con los brazos: arriba, abajo, a un lado y a otro y, como mucho, doblar la cintura hasta tocar el suelo con la punta […]